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En delegación regional del ISSSTE en CDMX, justifican ausencias laborales a predilectos

Lorena Berenice Gámez, jefa del departamento, justifica faltas de una de sus protegidas. Sin sanciones a responsables de intoxicación de 18 niños en estancia infantil 11 y tampoco por habilitación de adultos mayores para no pagarles pasajes

Hasta que la dignidad se haga costumbre

Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia


 

Por El Pordiosero 

 

Invariablemente lunes y viernes de cada semana, la jefa del departamento de acción social, cultural y deportiva -dependiente de la subdelegación de prestaciones- de la delegación regional norte del ISSSTE en la Ciudad de México, Lorena Berenice Gámez Martínez, justifica, mediante supuestas comisiones a estancias de bienestar infantil, las faltas a trabajar de su amiga Lidia Gómez Flores -número de empleada 272344-.


 

La jefa departamental integra el grupo que influye en las decisiones del subdelegado de prestaciones, Fernando López Campos. Con la persecución en contra de trabajadores de base, comisionándolos en estancias de bienestar infantil y clínicas bajo el pretexto de necesidades del servicio y sin tomar en cuenta perfiles profesionales y respeto a sus derechos, han impuesto una política de terrorismo laboral.

 

Para deshacerse de los trabajadores sindicalizados adscritos a esa subdelegación, los reubican sin causa justificada, sin importarles los daños que les ocasionen en cuanto a distancias de sus hogares, pues la intención es obligarlos a que renuncien. Pudieran configurar violación a derechos humanos.

 

Esos cambios se han traducido en una anarquía en el funcionamiento de la subdelegación, ya que los trabajadores reubicados, son sustituidos con personal de reciente ingreso y sin experiencia. Incluso, en una contradicción en las decisiones del subdelegado López, la mayoría de integrantes de su equipo cercano tienen sus plazas en estancias de bienestar infantil.

Maria Virginia Navarrete

Otra manera de presionar, son mediante actas administrativas, primer paso para promover el cese ante el tribunal de conciliación. Esas acciones son emprendidas por Erica Vargas Sáyago -adscrita en una plaza administrativa en la EBDI 95- la mayoría de las cuales carecen de justificación jurídica, pero genera daños irreversibles a los afectados.

 

Los trabajadores deben defenderse jurídicamente frente a esas arbitrariedades, lo que se traduce en daños psicológicos. Además de caros, los juicios son tardados, debido a que si bien la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado contempla la conciliación, no es determinante en la resolución.

Sandra Ivette Colin Valero

La señorita Vargas Sáyago, junto con la señora Gámez Martínez y su suplente -cada vez que es dializada-, la dietista María Virginia Navarrete Ramos, Isabel Saldívar Reyes -en proceso de ser jefa del departamento de afiliación y vigencia de derechos, pese a la falta de conocimientos y la forma despótica con la que trata a sus subordinados-, Sandra Ivette Colín Valero e Isaac Fuentes Reyes -“el chalequitos”-, con sus insidias llevan a que el subdelegado López tome decisiones arbitrarias.

 

Un caso por separado es Gloria Noemí Soto Cejudo, quien con groserías trata al personal a su cargo -¿por que no ha investigado el subdelegado de prestaciones las sospechas de corrupción en que incurrió cuando se desempeñó como operadora de pensiones en la UAPE 08?-. 

 

La fracción XXIV del artículo 25 de las condiciones laborales del ISSSTE -vigentes desde el 5 de junio de 2012-, obliga a las autoridades a “tratar en forma cortés y diligente al personal”. Es evidente que no cumplen con la normatividad a la que están obligados.

 

Sólo el subdelegado López, las señoras Gámez Martínez y Saldívar Reyes que ocupan posiciones de superiores jerárquicos, el resto del equipo son trabajadores administrativos.

Gloria Noemi Soto Cejudo

María Virgina Navarrete Ramos es la coordinadora de nutrición, Sandra Ivette Colín Valero ocupa una plaza de apoyo administrativo en salud A5, al igual que Isaac Fuentes Reyes -“El chalequitos”-, mientras Erica Vargas Sáyago y Gloria Noemí Ríos Cejudo tienen categorías de apoyo administrativo en salud A8.

 

El subdelegado de prestaciones es un funcionario prepotente, arbitrario, manipulable y miserable -véase la columna Perlas Sueltas del lunes 8 de julio en este mismo espacio-, que tiene en “el chalequitos” Fuentes Reyes a una especie de cancerbero en su oficina para que no lo molesten -trabajadores sospechan que en realidad es su guardaespaldas, lo que parece ser cierto por su pasado reciente del que nos han hecho llegar pruebas como la fotografía con la ex alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, que en este trabajo presentamos-.

Isaac “El Chalequitos” Fuentes y Sandra Cuevas

La política de terror laboral que han implementado en la subdelegación de prestaciones, se ha traducido no sólo en cambios arbitrarios y caprichosos de personal en castigo porque les caen mal o simplemente porque exigen el respeto de sus derechos laborales. Permite que las mujeres de su equipo lo manipulen con insidias.

 

Hasta ahora, que se sepa, el subdelegado López no ha ordenado la aplicación de sanciones por la intoxicación con pescado en mal estado de 18 niños de la estancia infantil número 11, clausurada indefinidamente por la Secretaría de Salud desde el jueves 4 de julio. Solapa a la jefa del departamento de acción social, cultural y deportiva, de quien existen quejas en el Órgano Interno de Control (OIC) por corrupción y muestra su parcialidad.

 

¿Investiga el OIC la habilitación de tres adultos mayores y un trabajador con capacidades diferentes como notificadores en la subdelegación de prestaciones de la delegación regional norte en la CDMX para no pagarles pasajes, bajo el argumento que al contar con credencial del instituto de las personas mayores -INAM- viajan gratis en el transporte público? Es un acto de miseria y posiblemente también violatorio de derechos humanos.

 

¿Sigue sin saber quién es la trabajadora adscrita a su área que se exhibe en departamentos de súper lujo -con precios en millones de dólares- y que es prueba inequívoca de la corrupción que lo rodea?¿Será, como algunos piensan, que lo salpican de las ganancias que ilícitamente obtienen? Está adscrita al departamento de pensiones, lo que puede corroborar con la señora Ríos Cejudo, quien al parecer es una de las dos mujeres sentadas en uno de los videos subidos a la red social TikTok.

 

La señora Gámez Martínez se distingue por el trato grosero y prepotente contra los trabajadores. Se sabe protegida, y lo es, debido a que hasta ahora el OIC ha sido omiso en atender las quejas por nepotismo y malos tratos presentadas en su contra.

 

En una de las quejas, se adjuntaron pruebas de las irregulares justificaciones que la jefa departamental firma -bajo la figura de “comisiones”- a su amiga Lidia Gómez Flores, de sus faltas todos los lunes y viernes.

 

Ademas, se exhibió el nepotismo en el que incurre: las directoras de las estancias infantiles 12 y 15, Blanca Margarita Castro Martínez y Mónica Moreno Terrones son, según esto, sus familiares.

 

Y en septiembre de 2019, basificó a su ex esposo, José Roberto Terrazas Flores-número de empleado 383096, en una plaza de apoyo administrativo en salud A3; y más recientemente a su a actual marido, Naud Alberto Trujillo Rosas -a los cuatro vientos grita que es un excelente abogado que le frena cualquier demanda jurídica, debido a que los fines de semana labora en áreas de administración de justicia en la Ciudad de México-. 

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